Texto base: Juan 3:16
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Introducción
Vivimos en un mundo lleno de caos, incertidumbre y pecado, pero Dios no se ha quedado indiferente. Desde antes de la fundación del mundo, Él trazó un plan perfecto para rescatar al hombre de su perdición. Ese plan se llama el plan de salvación. Hoy reflexionaremos sobre cómo ese plan fue diseñado por amor, ejecutado con poder y ofrecido con gracia.
1. EL ORIGEN DEL PLAN: EL AMOR DEL PADRE
Romanos 5:8
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
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El plan de salvación nace en el corazón del Padre.
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No fue una reacción al pecado, sino una demostración anticipada de su amor.
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El Padre no nos amó cuando fuimos buenos, ¡nos amó cuando estábamos perdidos!
Aplicación:
No importa cuán lejos te hayas ido, el amor del Padre sigue intacto. ¡Dios no te ha soltado!
2. EL EJECUTOR DEL PLAN: EL SACRIFICIO DE CRISTO
Isaías 53:5
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados…”
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Jesús es el corazón del plan de salvación.
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Tomó nuestro lugar, cargó nuestro pecado, y pagó el precio con su sangre.
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Su resurrección es la garantía de que el plan fue completado con éxito.
Aplicación:
No hay otro camino al Padre, ni otra solución al pecado. Solo Cristo salva. Él no vino a condenar, vino a redimir.
3. LA APLICACIÓN DEL PLAN: LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO
Juan 16:8
“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”
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El Espíritu Santo es quien toca los corazones y guía a las almas al arrepentimiento.
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Nos convence, nos guía y nos transforma.
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La salvación no es solo un evento, es un proceso de santificación continua.
Aplicación:
¿Estás permitiendo que el Espíritu Santo trabaje en ti? La gracia que te salva es la misma que te transforma.
4. LA RESPUESTA AL PLAN: FE Y ARREPENTIMIENTO
Hechos 2:38
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados…”
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La salvación no se hereda, se recibe.
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Dios no fuerza la entrada al corazón, Él llama y espera.
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Nuestra parte es creer y rendirnos.
Aplicación:
Hoy es el día de salvación. No dejes para mañana lo que el cielo te ofrece hoy.
Conclusión
El plan de salvación es una obra perfecta del cielo. Es la historia de amor más grande jamás contada. Es una invitación a dejar el pecado y abrazar la vida eterna.
¿Has aceptado ya ese plan?
¿Estás viviendo como salvo o solo como alguien informado?
Hoy puedes decirle al Señor:
“Jesús, acepto tu sacrificio. Me arrepiento de mis pecados. Llévame por el camino de la salvación.”
